Tratamiento de los trastornos comunes durante el embarazo
Tratamiento de los trastornos comunes durante el embarazo
Año: 2022
- Número: 2
El uso de medicamentos durante el embarazo puede inducir alteraciones en el feto/embrión, aunque sólo el 2-3% de las malformaciones congénitas, se asocian a la exposición a agentes terapéuticos.
Durante el embarazo, siempre que sea posible, es aconsejable tratar los síntomas menores con medidas no farmacológicas, para evitar la posibilidad de teratogénesis.
Cuando es necesario el tratamiento farmacológico, deben prescribirse los medicamentos con mayor experiencia de uso y mejor perfil de seguridad (en madre y feto), a la menor dosis y durante el periodo más corto posible.
En el tratamiento inicial de las náuseas y los vómitos se propone la asociación de piridoxina y doxilamina y, en casos más graves, se podrían utilizar antidopaminérgicos (metoclopramida y domperidona).
En caso de pirosis, se recomiendan los antiácidos y alginatos.
Para el estreñimiento los laxantes formadores de bolo son de primera elección, ya que no se absorben.
Los antihemorroidales tópicos, debido a sus bajas dosis y limitada absorción sistémica, se consideran una opción a tener en cuenta.
La deficiencia de hierro es la causa más frecuente de anemia en las embarazadas, recomendándose la suplementación de hierro con sales ferrosas frente a las férricas.
El paracetamol es considerado el analgésico de elección durante todo el embarazo. El uso de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) muestra una relación beneficio/riesgo que depende de la dosis, edad gestacional del feto y duración del tratamiento.
La limitada evidencia sobre los tratamientos farmacológicos para el insomnio y los calambres no permite establecer recomendaciones sobre su uso.
En el Sistema Sanitario Público de Andalucía las vacunas indicadas para las embarazadas son la gripe y la tosferina (contenida en la vacuna Difteria-tétanos-tosferina: dTpa).
Treatment of common medical concerns during pregnancy
The use of medications during pregnancy can induce alterations in the fetus/embryo, although only 2-3% of congenital malformations are associated to exposure to therapeutic agents.
During pregnancy, whenever possible, it is advisable to treat minor symptoms with non-pharmacological measures, to avoid potential teratogenicity.
When pharmacological treatment is required, prescribe medications with the greatest experience of use and best safety profile (in mother and fetus) at the lowest dose and for the shortest possible duration.
Combination of pyridoxine and doxylamine is proposed for early treatment of nausea and vomiting. Antidopaminergic medication (metoclopramide and domperidone) should be reserved for more severe cases.
Antacids and alginates are recommended in the case of heartburn.
Bulk-forming laxatives are the treatment of choice for constipation, because they are not absorbed by the body.
Topical antihaemorrhoidal agents represent an option to be considered, because of the small doses and limited systemic absorption.
Iron deficiency is the most common cause of anaemia during pregnancy. Iron supplementation with ferrous salts is recommended rather than with ferric salts.
Paracetamol is considered the analgesic of choice throughout pregnancy. The benefit-risk ratio of the use of non-steroidal anti-inflammatory agents (NSAIDs) depends on the dose, gestational age of the fetus and duration of treatment.
The limited evidence available does not allow establishing recommendations on the use of pharmacological therapy for insomnia and cramps.
The Andalusian Public Health System recommends pregnant women get the flu vaccine and the whooping cough vaccine (included in the Tdap vaccine: tetanus-diphtheria-whooping cough).