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Beta bloqueantes en enfermedades cardiovasculares

La organización Best Practice Advocacy Centre (BPAC) de Nueva Zelanda ha actualizado sus recomendaciones sobre tratamiento con betabloqueantes en patología cardiovascular, aconsejando tener en cuenta tanto las características de los pacientes (incluidas las comorbilidades) como las propiedades farmacológicas particulares de cada fármaco previamente a su selección.

Los betabloqueantes (BB) se clasifican según su selectividad por los receptores betaadrenérgicos (beta-1, beta-2 y beta-3) y también por los receptores alfaadrenérgicos, además de por su liposolubilidad, lo cual determina diferentes perfiles de seguridad.

La revisión indica varios puntos clave a tener en cuenta para la práctica clínica:

  • Las comorbilidades del paciente van a influir en la selección del betabloqueante,
    • Los BB cardioselectivos (p. ej. bisoprolol, metoprolol) son preferibles para comorbilidades respiratorias, por causar menos broncoconstricción que los BB no selectivos (p. ej. propranolol).
    • Los BB vasodilatadores, como el carvedilol, son preferibles en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (o aquellos con mayor riesgo), por asociarse a menos efectos adversos metabólicos pero, ya que carvedilol precisa 2 administraciones al día, en la práctica clínica se suelen prescribir bisoprolol o metoprolol, que son cardioselectivos y se dosifican una vez al día.
    • Los BB hidrosolubles, como el atenolol, tienen menos probabilidades de inducir efectos adversos sobre el SNC (insomnio) y pueden ser preferibles para pacientes que experimentan efectos adversos con BB liposolubles (p. ej. metoprolol).
  • La pauta de inicio de los BB debería ser aumentando lentamente la dosis para minimizar los posibles efectos adversos.
  • La deprescripción, si es apropiada, debe ser gradual (durante 2 meses) para prevenir el deterioro clínico y los síntomas de abstinencia (p. ej. taquicardia en reposo), por lo que es preciso monitorizar la frecuencia cardiaca y la presión arterial. Cabe destacar que aumenta la evidencia sobre la retirada de los BB que fueron prescritos después del infarto de miocardio, tras 12 meses de tratamiento, si no existen otras indicaciones, como insuficiencia cardíaca o arritmias.

A continuación, se reproduce una tabla que resume las indicaciones y recomendaciones de los BB, según las comorbilidades que pueden presentar los pacientes.

tabla








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Última modificación:26-06-2024
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