La revista BMJ ha publicado una revisión sobre la utilización de diuréticos del asa en el tratamiento de edemas, que presenta recomendaciones y criterios para optimizar la eficacia y la seguridad de estos fármacos y facilitar su uso en la práctica clínica.

Los diuréticos del asa son ampliamente utilizados en atención primaria para tratar los edemas y aliviar la sobrecarga de fluidos, principalmente en pacientes con insuficiencia cardiaca. Sin embargo, existen numerosas áreas de incertidumbre que dificultan su manejo, que se deben principalmente a sus características farmacocinéticas poco usuales y a las limitadas evidencias disponibles sobre algunos aspectos, especialmente en lo relativo a la selección de la estrategia terapéutica más adecuada.

La revisión aborda los siguientes aspectos sobre los diuréticos del asa: farmacocinética, dosificación, equivalencia de dosis, selección, control y seguimiento de los pacientes, criterios para iniciar/continuar/suspender el tratamiento e interacciones. También se destacan otros aspectos que pueden complementar la información anterior, tales como: estudios o artículos de interés, mitos y errores frecuentes, información de interés para los pacientes y otros recursos disponibles.

Entre los puntos clave del artículo, se pueden destacar los siguientes:

• No hay un criterio definitivo para priorizar un diurético del asa frente a los otros, pero algunas evidencias sugieren ciertas ventajas potenciales de torasemida sobre furosemida, principalmente: mayor potencia, mayor duración del efecto y posiblemente, una mejoría sintomática superior.
• Los diuréticos del asa presentan una respuesta dicotómica eficacia/ineficacia (“on/off”) y no es posible realizar ajustes graduales para aumentar o reducir su efecto.
• Cuando se requiere una diuresis suave para una hipervolemia o edema relativamente suaves, la opción sería utilizar otro tipo de diuréticos menos potentes (tiazídicos,  ahorradores de potasio). Si el efecto de un diurético del asa es insuficiente, puede aumentarse añadiendo un diurético tiazídico o un ahorrador de potasio; o bien, administrando una segunda dosis del diurético del asa.
• La dosificación depende en gran parte de la función renal y la proteinuria.
• La frecuencia urinaria y el volumen de orina son indicativos de la eficacia/ineficacia del diurético.
• La “dosificación a demanda” podría ayudar a los pacientes a autocontrolar la volemia, minimizando el riesgo de hipovolemia, así como la diuresis excesiva e infradiuresis y otros efectos adversos. Puede basarse en el control rutinario del peso o en la aparición de síntomas como edema o disnea.   
• En pacientes tratados con diuréticos del asa se recomienda controlar la función renal y los electrolitos de forma rutinaria y especialmente, cuando se modifica la dosis o cambian los síntomas.
• Los IECA, ARA-II y AINE pueden reducir el efecto de los diuréticos del asa.