El BMJ ha publicado una revisión sobre el tratamiento de la hipertrigliceridemia, basado en guías de práctica clínica, revisiones sistemáticas y metanálisis, consensos, y ensayos clínicos, de los últimos 10 años.

El artículo aborda tanto el diagnóstico y clasificación, como la epidemiología y fisiopatología, distinguiendo los trastornos primarios (genéticos), que pueden inducir hipertrigliceridemia grave, de los secundarios, relacionados con el estilo de vida, situaciones médicas o fármacos.

En cuanto al tratamiento, el objetivo es reducir el riesgo de pancreatitis aguda o enfermedad cardiovascular ateroesclerótica inducidas por la hipertrigliceridemia. El tratamiento de la hipertrigliceridemia para prevenir la pancreatitis lo constituyen los fibratos, estatinas, ácidos grasos omega-3 y niacina, junto a la modificación terapéutica del estilo de vida (pérdida de peso, restricciones dietéticas, ejercicio, etc.). Sin embargo, en el tratamiento de la pancreatitis, las terapias para la hipertrigliceridemia tienen un papel limitado, siendo a veces necesario reducir los triglicéridos plasmáticos rápidamente con medidas como la insulina intravenosa e intercambio de plasma.

La revisión también aborda, brevemente, la utilización de las nuevas terapias (volanesorsen, evinacumab) cuya instauración aún no es uniforme.

A continuación, se reproduce el algoritmo de tratamiento de la hipertrigliceridemia propuesto en esta revisión.