El instituto británico NICE ha elaborado una guía sobre la toma de decisiones compartidas que aborda este proceso de colaboración entre un paciente y un profesional de la salud, que trabajan juntos para llegar a una decisión conjunta sobre una atención inmediata o futura. El proceso implica seleccionar pruebas y tratamientos basados tanto en la evidencia, como en las preferencias, creencias y valores individuales de la persona atendida. Significa asegurarse de que la persona comprenda los riesgos, los beneficios y las posibles consecuencias de las diferentes opciones, mediante una discusión e intercambio de información. Este proceso conjunto permite tomar decisiones sobre cuál es la atención más adecuada en cada momento, incluyendo las opciones de elegir no recibir tratamiento o no cambiar lo que se esté haciendo actualmente.

El modelo práctico de cómo abordar una toma de decisiones compartida se basa en un modelo de tres conversaciones o charlas, con el objetivo de:

• Presentar la elección,
• Describir las opciones, y
• Ayudar a las personas a explorar sus preferencias y a tomar decisiones.

La guía incluye cuatro tipos de recomendaciones:

1. Incorporación de la toma de decisiones compartida a nivel organizacional.
2. Poner en práctica la toma de decisiones compartida.
3. Ayudas para la toma de decisiones del paciente.
4. Comunicación de riesgos, beneficios y consecuencias.

A continuación, se reproduce un diagrama de flujo con los puntos clave que se asocian a las recomendaciones.