La ivermectina es un antiparasitario disponible en España desde el año 2021 (Ivergalen®) para el tratamiento -por vía oral- de la sarna sarcóptica y otras parasitosis (1,2). La sarna o escabiosis, es una infestación cutánea causada por el artrópodo Sarcoptes scabiei variedad hominis, que presenta una elevada prevalencia a nivel mundial (3-5). Es más frecuente en niños pequeños y suele asociarse a situaciones de hacinamiento, pobreza o falta de higiene; pero puede afectar a personas de todas las edades y de cualquier condición socioeconómica (3,4). En los últimos años se ha incrementado su prevalencia en los países desarrollados, posiblemente por: el aumento de población inmunocomprometida, ancianos que requieren asistencia, migrantes y refugiados, y grupos de riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual (5). Es muy contagiosa y se transmite principalmente por contacto directo, estrecho y prolongado (diseminación intrafamiliar y transmisión sexual); y, en menor medida, a través de fómites (3-5). La morbimortalidad asociada a la sarna está aumentando, debido a las complicaciones y sobreinfecciones bacterianas por Streptococcus (grupo A) y Staphylococcus aureus, que pueden producir impétigo, celulitis, abscesos, linfadenopatía, glomerulonefritis, fiebre reumática o sepsis (3-5). La sarna clásica se caracteriza principalmente por una erupción intensamente pruriginosa (sobre todo por la noche) con pequeñas pápulas, a menudo excoriadas, en los dedos, las muñecas, las axilas, las areolas, la cintura, los genitales y las nalgas. La sarna costrosa (también llamada sarna noruega) es una variante clínica menos común, que se presenta generalmente con placas escamosas, costrosas y fisuradas y ocurre principalmente en personas inmunodeprimidas (3,6). El manejo de la sarna implica: la erradicación de la infestación, el tratamiento del prurito y otros síntomas y de las complicaciones, la identificación de los contactos y la implementación de medidas ambientales para minimizar la transmisión y la recurrencia de la infestación (3,6). La selección del tratamiento para la erradicación de la infestación debe plantearse individualizadamente, en función de la presentación clínica (sarna clásica o costrosa) y de las características de los pacientes; y teniendo también en cuenta la disponibilidad de los medicamentos (3,6,7). Se recomienda tratar tanto al paciente, como a los contactos cercanos, para prevenir la infestación recurrente (3,6). Sarna clásica En la actualidad, la ivermectina oral se considera una opción de tratamiento de primera línea, de eficacia similar a permetrina tópica (3-7). Debido a su mayor facilidad de administración, la ivermectina oral podría ser de especial utilidad cuando la aplicación tópica no es factible o no se puede garantizar, o no es posible instruir adecuadamente a los pacientes; y, para tratar grupos grandes de pacientes, como por ejemplo en los brotes en residencias de ancianos y otras instalaciones (3,5-7). La permetrina tópica sería de elección en embarazadas y niños con menos de 15 Kg de peso (> 2 meses), en los que la ivermectina oral no se recomienda por problemas de seguridad (3,6,7). Otros tratamientos tópicos alternativos disponibles en España (benzoato de benzilo y azufre) cuentan con menos evidencias que permetrina y no han mostrado mayor efectividad, incluso algunos son menos efectivos (3,5-7). Sarna costrosa o sarna noruega El tratamiento recomendado es una combinación de permetrina tópica e ivermectina oral, con diferente pauta que en la sarna clásica; y, como alternativa a la permetrina tópica, se puede utilizar benzoato de benzilo (3,5-7). En la tabla adjunta se incluyen los tratamientos (tópicos y orales) utilizados en el tratamiento de la sarna, así como las indicaciones y el modo de aplicación de cada uno de ellos (crotamitón, malatión y lindano no están disponibles actualmente en España). Tomada de (3) Bibliografía
Ivermectina en el tratamiento de la sarna
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Última modificación:30-03-2022